Incorporar la perspectiva de género en la salud laboral

Gender equality concept

OSALAN, el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, propone pautas básicas para incorporar la perspectiva de género en la salud laboral.

Incorporar la gestión de la prevención de riesgos laborales en la gestión de la empresa permitirá mejorar la seguridad y salud de las personas que trabajan en ella. Si, además, hacemos una gestión preventiva desde la perspectiva de género conseguiremos avanzar en una mayor protección de la salud laboral tanto de mujeres como de hombres evitando desigualdades.

La necesidad de aplicar la perspectiva de género a la seguridad y salud en el trabajo se debe a la evidencia creciente de que los riesgos laborales y las patologías causadas por ellos afectan de manera desigual a los hombres y a las mujeres. En un primer análisis, esto es atribuible a distintas causas:

  • La distinta biología de ambos sexos, con especial mención a la situación de embarazo y lactancia.
  • La segregación horizontal del mercado de trabajo como consecuencia de la división sexual del trabajo, que provoca que mujeres y hombres se concentren en distintos sectores y actividades. Así, mientras la presencia de los hombres es mayoritaria en las áreas industriales, las mujeres desempeñan fundamentalmente trabajos en los sectores sanitario, educación, etc.
  • La segregación vertical del trabajo, que deriva en diferentes condiciones de trabajo para hombres y para mujeres. Ellas ocupan con mayor frecuencia empleos de baja cualificación, con menos responsabilidad y pocas posibilidades de promoción, mientras los hombres suelen estar situados en mayor medida en puestos con mejores condiciones económicas, mayores cotas de poder y posibilidades de promoción.
  • La precariedad laboral. Se concentra un mayor número de mujeres que de hombres en los trabajos precarios, a tiempo parcial y de menor retribución salarial.
  • La división sexual del trabajo y la asignación tradicional del ámbito productivo (empleo) y del ámbito reproductivo (trabajo doméstico y cuidados) a cada uno de los sexos, hombres y mujeres, sigue generando una organización social donde el trabajo doméstico y de cuidados no se reparte equitativamente. Ello tiene como consecuencia que las mujeres asuman una mayor carga del trabajo doméstico y de cuidados (la doble jornada), hecho que condiciona también su vida laboral y los efectos en la salud.

Pero, ¿qué significa incorporar la igualdad en nuestra gestión preventiva?

Osalan dispone en su web de varios materiales que pueden ayudar a reflexionar y adoptar medidas en este sentido.

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