Siguiendo el esquema de actuación frente a una situación de estrés por frío de la NTP 1.036 “Estrés por frío (I)”, la evaluación de estrés por frío se realiza con el método del aislamiento requerido de la ropa (IREQ) y los efectos del enfriamiento local descritos en la normativa UNE-EN ISO 11079.
Tal como se indica, el estrés por frío puede evaluarse desde el punto de vista del enfriamiento general del cuerpo o a través de la evaluación del enfriamiento localizado en algunas partes del cuerpo (diferentes tipos: extremidades, cara, etc.).
En el caso del enfriamiento general, el método se basa en el cálculo del intercambio de calor, de la resistencia térmica de la ropa requerida para mantener el equilibrio térmico (qué tipo de ropa mínima o necesaria se necesita en función del grado de sobrecarga fisiológica al frío) y también del cálculo corregido de la resistencia térmica que se utiliza (qué tipo de ropa estoy utilizando). A través de la comparación de estos dos últimos valores de resistencia térmica de la ropa se determina el grado de riesgo, así como tiempos de exposición y recuperación.
En el caso del enfriamiento local, la evaluación del riesgo se realiza según diversas metodologías: enfriamiento convectivo (efecto del viento), enfriamiento de las extremidades, enfriamiento por conducción y enfriamiento del tracto respiratorio.
Esta NTP 1.037 específica sobre los métodos de evaluación que pone a disposición del público el INSST, incluye además ejemplos prácticos que facilitan la aplicación práctica en los puestos de trabajo.