La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como un estado de bienestar en el que el individuo es consciente de sus capacidades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como “un estado de bienestar en el que el individuo es consciente de sus capacidades, puede enfrentarse a las exigencias normales de la vida y trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de contribuir a su comunidad”, y las enfermedades mentales como “los problemas psíquicos y la tensión emocional, las disfunciones asociadas con los síntomas de angustia y los trastornos psíquicos diagnosticables, como la esquizofrenia y la depresión”.
Es cierto que los factores individuales pueden favorecer la aparición de problemas mentales, pero también hay evidencia que las condiciones laborales, si no son las adecuadas, pueden generar o empeorar los problemas de salud mental. Por lo tanto, es importante poner el foco de atención en las condiciones en las que se desempeña el trabajo, evitando aquellas que afectan negativamente a la salud mental de las personas trabajadoras.
Desde UGT se ha realizado un Informe sobre Salud Mental y Trabajo que aborda estas cuestiones y pone foco sobre las bajas laborales por problemas de salud mental, la depresión y la ansiedad, es estrés laboral, el acoso y la violencia en el trabajo, el suicidio, a precariedad laboral y su relación con la salud mental, la temporalidad en el empleo y la inseguridad laboral, las largas jornadas laborales, las condiciones de trabajo (presión de tiempo, sobrecarga e intensidad del trabajo y jornadas laborales), la digitalización y el teletrabajo, la influencia del calor en la salud mental, las adicciones, la gestión preventiva de los riesgos laborales, entre otros muchos aspectos, llegando a realizar, por parte del sindicato, una serie de propuestas con el objeto de mejorar la situación actual.