Del 25 al 29 de octubre se celebra la Semana Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, este año con el lema “Trabajos saludables, relajemos las cargas”.
Aproximadamente tres de cada cinco trabajadores y trabajadoras en la Unión Europea presentan dolencias relacionadas con los trastornos musculoesqueléticos (TME) vinculados con el trabajo.
Los TME relacionados con el trabajo son alteraciones de las estructuras corporales, como músculos, articulaciones y tendones, que son causadas o agravadas principalmente por el trabajo o los efectos del entorno laboral inmediato.
Pueden ser muy perjudiciales para la calidad de vida de una persona y su capacidad para trabajar, y son una de las causas más comunes de discapacidad, baja por enfermedad y jubilación anticipada.
Los tipos más comunes de TME relacionados con el trabajo son el dolor de espalda y los dolores en las extremidades superiores.
Según los datos de la Encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes de 2019, el factor de riesgo identificado con mayor frecuencia es el movimiento repetitivo de manos o brazos. También se relacionan con los TME permanecer en posición sentada durante largos periodos de tiempo, la elevación o desplazamiento de personas o cargas pesadas y las posturas forzadas entre otros riesgos.