NTP 1191. Salud cardiovascular: recomendaciones para su gestión en el ámbito laboral

Female doctor using stethoscope to listening heart rate of senio

La patología cardiovascular es la primera causa de muerte a nivel mundial.

Según los últimos datos publicados en 2019 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta patología fue responsable de más de 17,9 millones de fallecimientos. Esto representa un 32% de todas las muertes registradas ese año.

La importancia de la patología cardiovascular en el ámbito laboral es incuestionable no tan solo por las repercusiones sobre la morbimortalidad de la población trabajadora sino también por el impacto que la mala salud cardiovascular puede tener en la empresa.

Por un lado, el sistema cardiovascular puede resultar afectado por factores de riesgo de origen laboral (agentes químicos, biológicos, físicos y psicosociales). Por otro, la mala salud cardiovascular puede repercutir en un menor rendimiento, mayor absentismo, mayor presentismo o mayor rotación de personal con el consiguiente impacto en los resultados de la organización.

Según la estimación de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), las enfermedades cardiovasculares causan al año unos 70.000 procesos de incapacidad temporal, generalmente de larga duración y con alta probabilidad de acabar en un abandono prematuro del trabajo.

De acuerdo con el Observatorio de Condiciones de Trabajo del INSST, las enfermedades cardiovasculares también son la principal causa de muerte por accidentes de trabajo durante la jornada de trabajo, representando más del 40% del total de fallecimientos por causa laboral ocurridos en el año 2022.

En la NTP se recoge una lista no exhaustiva con los principales factores de riesgo de origen laboral que pueden suponer un daño para el aparato cardiovascular. Estos factores pueden ser causa directa de daño (ej.: exposición a fósforo como causa de miocarditis tóxica), contribuyente al asociarse con otros factores de riesgo personales o extralaborales (ej.: trabajo a turnos asociado a hábitos de vida no saludables) o precipitante externo (situación estresante que desestabiliza una enfermedad cardiovascular preexistente).

En esta NTP se apuntan algunas recomendaciones generales para evitar la aparición o el empeoramiento de esta patología, haciendo hincapié por su relevancia en la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular.

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