Prevenir el estrés laboral evita el ictus entre las personas trabajadoras

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 El Día Mundial del Ictus se celebra el 29 de octubre

Con motivo del Día Mundial del Ictus, UGT reclama la mejora de las condiciones de trabajo en las empresas, con el fin de evitar una lacra que afecta a 100.000 personas al año en nuestro país y supone la primera causa de mortalidad entre las mujeres y la segunda entre los hombres.

Además, constituye la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda de demencia después de la enfermedad de Alzheimer. En España, muere en torno a 1 de cada 6 personas que sufren un ictus, según datos de la Sociedad Española de Neurología. Entre los factores de riesgo de sufrir un ictus están la edad, el sexo, la historia familiar de haber sufrido ictus, tensión alta, padecer enfermedades cardiacas, altos niveles de colesterol, diabetes, consumo de tabaco, elevado consumo de alcohol, sedentarismo o la obesidad. También hay evidencias que relacionan el padecer COVID persistente con sufrir un ictus. De hecho, hay estudios que indican que aquellas personas que han padecido COVID eran un 50% más propensas a sufrir un ictus isquémico.

Sin embargo, hay más factores que influyen. En el mundo del trabajo, UGT viene alertando que esta patología puede tener relación con las condiciones laborales y la exposición a riesgos psicosociales. La OMS, junto con la OIT, ya relacionaron las largas jornadas laborales con los accidentes cerebrovasculares y la cardiopatía isquémica. De hecho, estimó la muerte, por estas causas, de 745.000 trabajadores y trabajadoras expuestos a largas jornadas laborales durante 2016.

Existen otros estudios que apuntan que sufrir estrés crónico aumenta el riesgo de sufrir un ictus. Más del 25% de los trabajadores de la Unión Europa indican que padecen un estrés laboral excesivo y el 51% de los trabajadores de la Unión afirma que el estrés es habitual en su lugar de trabajo, según un estudio del Parlamento Europeo. Frente a estos datos, menos de un 30% de las empresas han adoptado protocolos de actuación para prevenirlo, según la tercera Encuesta de Empresas sobre Riesgos Nuevos y Emergentes (ESENER 2019).

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