La importancia de la salud mental en el entorno laboral

Hoy 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental.

Desde UGT consideramos que la protección de la salud mental de las personas trabajadoras es una de las cuestiones de mayor importancia de nuestro tiempo. Tradicionalmente no se ha prestado la suficiente atención al cuidado de la salud mental en los entornos de trabajo debido a que en ella influyen distintos factores, tanto individuales, sociales, así como estructurales. Por lo tanto, la persona trabajadora era la responsable de cuidar de su propia salud mental como si fuera la única responsable. Las empresas, por lo general, han obviado la obligación, tanto legal como moral, de protección de la seguridad y salud de sus plantillas en lo concerniente a la salud mental.

A día de hoy, es evidente que la salud metal de la población es deficiente y se encuentra mermada. En el último Eurobarómetro sobre salud mental se indica que un 54% de las personas encuestadas en España declaraba haber sufrido algún problema emocional o psicosocial, frente al 46% de la UE. De ellos, un 54% declaraba no haber recibido ayuda profesional para afrontar dichos problemas.

Es cierto que los factores individuales pueden favorecer la aparición de problemas mentales, pero también hay evidencia de que las condiciones laborales, si no son las adecuadas, pueden generar o empeorar los problemas de salud mental.

Por lo tanto, es importante poner el foco de atención en las condiciones en las que se desempeña el trabajo, evitando la precariedad y aquellas que afectan negativamente a la salud mental de las personas trabajadoras.

En 2024 se registraron un total de 671.618 situaciones de incapacidad temporal por trastornos mentales y del comportamiento en España, aumentando un 136% respecto a las registradas en 2016.

En el otro lado de la balanza encontramos que aproximadamente 170.000 cuadros depresivos podrían haberse evitado en el año 2022 si no existieran formas de precariedad laboral como la inseguridad contractual, los bajos ingresos o la falta de control sobre el trabajo.

Es un hecho que la falta de prevención de los riesgos psicosociales y organizativos en las empresas genera graves costes. A nivel mundial, la OIT estima que cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que supone un coste de un billón de dólares por año en pérdida de productividad.

Es una realidad que las personas trabajadoras están sufriendo las consecuencias de una deficiente gestión de los riesgos psicosociales y organizativos en sus puestos de trabajo.

Todos y todas conocemos personas trabajadoras estresadas por los altos ritmos de trabajo, la conectividad permanente, la imposibilidad de desconectar o la sobrecarga de tareas y la alta intensidad de las mismas. Tampoco podemos olvidar a aquellas que sufren acoso laboral, lo que les provoca cuadros depresivos y de ansiedad.

En España no nos encontramos en buena situación en este ámbito ya que somos el sexto país de Europa en el que las personas trabajadoras declaran estar expuestas a una alta presión de tiempo o sobrecarga de trabajo, el tercero junto con Portugal en el que declaran estar expuestos a violencia, abusos verbales por parte de clientes, pacientes o alumnos y el segundo país con mayores niveles de inseguridad laboral percibida.

Así comienza el informe que sobre Salud Mental ha elaborado UGT.

Acceder a la información completa.

Más información