Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) un alterador endocrino es una “sustancia química exógena o una mezcla de ellas que altera las funciones del sistema endocrino provocando efectos adversos para la salud en un individuo sano o sus descendientes”.
Los alteradores endocrinos pueden ser naturales, sintéticos, industriales o subproductos, con diferente capacidad de permanencia en el ambiente. Alteran el equilibrio hormonal, es decir, la síntesis, liberación, transporte,
enlace, acción o eliminación de las hormonas naturales del organismo.
Las sustancias con propiedades de alteración endocrina pueden modificar, entre otros aspectos, la velocidad de crecimiento, el desarrollo y funcionamiento de los órganos sexuales, la reproducción y el comportamiento del
ser humano y de los animales.
Las vías de exposición en el ámbito laboral pueden ser muy diversas. Pueden darse exposiciones directas, por el uso de materias primas, por manipulación de productos terminados que incorporen estas sustancias o en residuos o subproductos liberados en procesos industriales.