La adaptación de un puesto de trabajo a las características de la persona trabajadora consiste en determinar cuál es la relación existente entre la demanda de trabajo y la capacidad individual de la persona con el objeto de detectar áreas problemáticas y la necesidad de realizar cambios en un caso particular para el trabajador o trabajadora.
Para llevar a cabo este cometido es posible que haya que rediseñar el equipo de trabajo, la tarea, la organización de la misma y/o el espacio de trabajo, todo ello teniendo como eje la modificación de la carga de trabajo y la calidad del trabajo.