13 de enero: Día Mundial de lucha contra la Depresión

Depression

Se calcula que el 15% de las personas adultas en edad de trabajar tiene un problema de salud mental en algún momento.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),  se estima que el 3,8% de la población experimenta depresión, incluido el 5% de los adultos (4% entre los hombres y el 6% entre las mujeres) y el 5,7% de los adultos mayores de 60 años. A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas sufren depresión. Además, la depresión es aproximadamente un 50% más frecuente entre las mujeres que entre los hombres.

La salud mental y el trabajo están estrechamente entrelazados en una gran proporción de la población mundial. La salud mental es más que la mera ausencia de problemas de salud mental.

Aspectos clave en relación al trabajo

  • Los entornos laborales deficientes (incluidas la discriminación y la desigualdad, las cargas de trabajo excesivas, el escaso control del trabajo y la inseguridad laboral) plantean un riesgo para la salud mental.
  • Se estimó que el 15% de las personas adultas en edad laboral padecían un trastorno mental en 2019.
  • A nivel mundial, se estima que cada año se pierden 12 mil millones de días laborales debido a la depresión y la ansiedad, a un costo de 1 billón de dólares por año en pérdida de productividad.

Riesgos para la salud mental en el trabajo

En el trabajo, los riesgos para la salud mental, también llamados riesgos psicosociales, pueden estar relacionados con el contenido del trabajo o el horario de trabajo, características específicas del lugar de trabajo u oportunidades de desarrollo profesional, relaciones interpersonales, estilo de mando, ambiente de trabajo, entre otras cosas.

Los riesgos para la salud mental en el trabajo pueden incluir:

  • infrautilización de habilidades o falta de habilidades para el trabajo;
  • cargas de trabajo o ritmo de trabajo excesivos, falta de personal;
  • horarios extensos, antisociales o inflexibles;
  • falta de control sobre el diseño del trabajo o la carga de trabajo;
  • condiciones físicas de trabajo inseguras o deficientes;
  • cultura organizacional que permite comportamientos negativos;
  • apoyo limitado de compañeros o compañeras de trabajo o supervisión autoritaria;
  • violencia, acoso o intimidación;
  • discriminación y exclusión;
  • rol laboral poco claro;
  • promoción insuficiente o excesiva;
  • inseguridad laboral, salario inadecuado o mala inversión en el desarrollo profesional; y
  • demandas conflictivas entre el hogar y el trabajo.

Las evaluaciones de riesgos psicosociales son fundamentales para detectar los riesgos que afectan a la salud mental y establecer medidas para corregir los riesgos y prevenir que aparezcan.

¡Exige la evaluación de riesgos psicosociales en tu puesto de trabajo, es obligación de la empresa evaluar!

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